Guillermo Hamlin
En la Conferencia Internacional Ministerial sobre Energía Nuclear en el siglo XXI, que se realizara durante los últimos días de junio y primeros de julio del 2013, en San Petersburgo, Rusia, el Ministro argentino de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, Julio De Vido, mantuvo reuniones con Yukiya Amano, Director General de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA)y luego con autoridades nucleares chinas.
La delegación argentina a éste importante evento estuvo conformada por, además del Ministro De Vido, por el Secretario de Energía de la Nación, Daniel Cameron; el Vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Mauricio Bisauta; el Embajador argentino en la Federación de Rusia, Juan Carlos Kreckler, y el Embajador argentino en Austria y ex Director General Adjunto de la OIEA, Rafael Grossi.
El Ministro realizó la ponencia argentina, dentro del primer bloque de expositores conformado por la Confederación Rusa, Francia, Alemania, Irán y Estados Unidos. Destacó la trayectoria de la Argentina en la actividad atómica “con fines exclusivamente pacíficos” y aludió al Plan Nuclear Argentino que fue transformado en Política de Estado en la Argentina por Ley del Congreso de la Nación en el año 2006. Anunció que el Plan Nuclear continuará con la construcción de la Cuarta y Quinta central nuclear de generación eléctrica y estimó que la participación de ese tipo de energía podría llegar a representar entre 15 y 18 por ciento del total del consumo del país para el año 2023. El Plan contempla, en su conjunto, una inversión total entre los años 2006 y 2023 de 42.000 millones de dólares, de los cuales ya se encuentra ejecutado el 15 por ciento, por lo que faltarían 37.500 millones de dólares para completar el Plan previsto hasta el 2023. El Ministro señaló otro pilar tecnológico argentino “el desarrollo de la Central Argentina de Elementos Modulares” CAREM, la primera central nuclear de potencia de tecnología totalmente argentina, será llevada adelante con una primera versión de 25 MW. Este reactor ocupará un lugar estratégico para generar energía eléctrica en bajas y medianas potencias, ideal para la provisión del fluido eléctrico a poblaciones aisladas o alejadas de las principales ciudades. También comentó los avances en la cooperación bilateral con el Brasil, indicó que la CNEA y la Comisión de Energía Atómica de Brasil, que habían firmado en Buenos Aires en enero del 2011 un acuerdo para el desarrollo de la ingeniería básica común a dos reactores de investigación gemelos,los mismos están actualmente en ejecución.
El imperalismo contraataca
El desarrollo nuclear argentino siempre ha sido boicoteado por el imperialismo, desde la fundación de la Comisión Nacional de Energía Atómica por el presidente Juan D. Perón en 1950, hasta nuestros días. No es de extrañar entonces, que nuestro país reciba otra vez las acometidas imperiales, a través de sus diversos agentes, cuando el gobierno argentino toma correctas decisiones en el sentido de la continuación y profundización del desarrollo nuclear. El sábado 6 de julio pasado, en Clarín, Marcelo Canton publica un artículo con el sugerente título de “Un debate urticante: chau a la energía atómica”, en donde nos enteramos de la criminal propuesta, otro calificativo no cabe, no sólo de interrumpir el Plan Nuclear Argentino sino además de cerrar todas las usinas nucleares para el año 2020 y ¡reemplazarlas por energía eólica! ¿Quién propone semejante disparate? Pues nada más y nada menos que Juan Carlos Villalonga, presidente de la Junta Directiva de Los Verdes, ex Director político de Greenpeace.
Podemos recordar cuando en el año 2000 la Argentina ganó una licitación internacional para la provisión a Australia de un reactor con fines medicinales, industriales y de investigación científica. El proceso licitatorio comenzó en 1998 con la evaluación de las ocho empresas más importantes de todo el mundo dedicadas a éste tipo de reactores. De esta primera selección cuatro empresas fueron calificadas para participar en la fase final de la licitación, entre ellas INVAP de la Argentina. Las ofertas técnicas, comerciales y económicas fueron presentadas el 3 de enero de 2000. El 5 de junio de 2000 la oferta de INVAP fue declarada como la “preferida” por el gobierno australiano. Se debe destacar que la oferta de INVAP no fue la más económica. INVAP se impuso por sobre las propuestas de tres poderosas empresas del sector a nivel internacional: la alemana SIEMENS, la francesa TECHNICATOME y la canadiense AECL. El contrato se firmó por 180 millones de dólares (luego terminó superando los 200 millones) y la construcción comenzó en abril de 2002. Los pliegos licitatorios comprendían, además de la provisión del reactor propiamente dicho, con sus correspondientes elementos combustibles, el servicio del reproceso de los mismos. Esto significa que al agotarse los elementos combustibles, es decir cuando su nivel de irradiación recomienda su cambio, nuestro país, enviaría a Australia un conjunto nuevo de elementos combustibles para su reemplazo en el reactor y traeríamos a nuestro país los elementos agotados para su reproceso en la planta de CONUAR en Ezeiza, para a continuación volver a entregar los elementos combustible ya reprocesados a Australia.Pero, el diablo verde metió la cola. Hábilmente Greenpeace, conducido en aquel entonces por Villalonga, impulsó una furibunda campaña para frenar el Acuerdo de cooperación nuclear con Australia. Greenpeace fue secundado en ese atentado al desarrollo tecnológico nacional, por otra ONG, la Funam, de Córdoba, dirigida por el Biólogo Raúl Montenegro, cuyos antecedentes antinacionales fueron denunciados por Roberto Ferrero en 1985. Funam se opone a las represas hidroeléctricas y a la energía nuclear. (1) Ambas ONGs cuestionaron la adjudicación de la licitación a INVAP cuando se conoció la decisión, muchísimo antes que comenzaran a utilizar el “pretexto” de la importación de residuos radioactivos. La primera excusa utilizada por Greenpeace para oponerse a la licitación fue que INVAP había transferido ilegalmente tecnología nuclear a Irán, Argelia y Libia, que eran países no confiables. Esto fue desmentido por ANSTO, la autoridad nuclear nacional australiana, inmediatamente, afirmando, cosa que es cierta, que todas las exportaciones de INVAP han sido realizadas bajo control internacional de la OIEA (salvaguardias). Greenpeace coordinó denuncias judiciales contra el reactor australiano, a través de sus filiales de Australia, Francia y Argentina. En los tres países las denuncias fueron desestimadas por la justicia.
Raúl Montenegro, de Funam pidió declarar ante el Congreso australiano, en contra del proyecto del reactor alegando que INVAP tenía problemas judiciales en la Argentina por construir instalaciones nucleares en forma ilegal. Montenegro ocultó que la denuncia la había hecho él mismo y que la justicia argentina la terminó desestimando.
Estas escandalosas y costosas campañas, muestran patrones similares: tergiversan y falsean datos, actúan sin base científica alguna, atacan una importante exportación argentina de alta tecnología y favorecen objetivamente intereses de empresas europeas.
Estas acciones de éstos agentes imperiales, lograron un objetivo parcial: no lograron impedir la provisión del reactor y sus 64 elementos combustibles producidos en la CNEA, pero sí consiguieron que los legisladores argentinos vetaran el reproceso de los elementos combustibles gastados en nuestro país, aduciendo la supuesta violación de la constitución Nacional de 1994, que en su artículo 41 prohíbe la importación de residuos radioactivos. La “confusión” de los legisladores entre Combustible Gastado y Residuo Radioactivo, llama la atención, considerando que el 6 de julio de 2000, fecha posterior a la declaración de “oferta preferida” la del INVAP (5 de junio de 2000) por el gobierno australiano, el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina, aprueban la Ley Nº 25279, CONVENCIÓN CONJUNTA SOBRE SEGURIDAD EN LA GESTIÓN DEL COMBUSTIBLE GASTADO Y SOBRE SEGURIDAD EN LA GESTIÓN DE DESECHOS RADIOACTIVOS. Convención internacional, adoptada en Viena REPÚBLICA DE AUSTRIA el 5 de septiembre de 1997. Como su título indica, se distingue entre Combustible Gastado y Residuo Radioactivo y la Constitución Nacional prohíbe claramente la importación de RESIDUOS RADIOACTIVOS, no de COMBUSTIBLE GASTADO.
Greenpeace, mediante sus particulares interpretaciones, rechaza ésta distinción legal entre “combustible gastado” y “residuo radioactivo”, ignorando los documentos de la OIEA, que reglamenta la gestión y disposición final de ambas categorías, dos tipos distintos de material, e inventa una frase inexistente en la ley, según la cual el combustible gastado se convierte en residuo radioactivo si no se lo reutiliza (error recogido por Elisa Carrióen sus objeciones al dictamen de Comisión favorable al Acuerdo).
Vuelven a las andadas
Habiendo recordado las “hazañas” de Villalonga en Greenpeace, volvamos a sus quehaceres actuales. Se lanzó a las lides de la política vernácula con su Agrupación política Los Verdes, que suena tan o más “ecológica” que Greenpeace, y sus “modus operandi” son los mismos: cuando presentó en sociedad a su Agrupación (intentó fundar el Partido Verde que por alguna razón se transformó en Los Verdes) lo hizo enviando el mensaje de Perón a los pueblos del mundo de 1972, señalando que cuando Perón volvió a la Argentina cambió lo que pensaba sobre el desarrollo industrial, sobre las energías nuclear e hidráulica, había devenido en General Ecólogo. ¡Cuántas cosas le hacen decir a Perón! No hay que fijarse en lo que Perón dijo sino en lo que hizo: fundó en 1950 la Comisión Nacional de Energía Atómica y a su regreso, desmintiendo a Villalonga dió nuevo impulso al Plan Nuclear y a los emprendimientos hidráulicos. En su último gobierno se inauguró Atucha I y la represa hidroeléctrica Salto Grande.
Los Verdes, evidenciando la misma astucia y oportunismo operativo que Greenpeace, dirigida por su anterior jefe político en Argentina, se ubica rápidamente en foros importantes. Se “cuela” en el Gobierno de la Ciudad asesorando en el Programa Basura Cero (objetivo de imposible cumplimiento), y, según dice Marcelo Canton en el artículo de Clarín ya mencionado (2) el año pasado, junto a la UBA y AGEERA (Asociación de Generadores de Energía Eléctrica) Los Verdes analizaron las proyecciones de la energía argentina hasta el 2030.
La propuesta verde va por todo
Juan Carlos Villalonga, muy suelto de cuerpo, señala que “perfectamente podemos apagar todas las usinas nucleares de aquí al 2020 y reemplazarlas por sistemas de generación más amigables con el medio ambiente”. Esto supone reemplazar toda la energía nuclear por la eólica, que, según el osado ecologista, es “una tecnología muy probada en todo el mundo y fácil de instalar”. Señala el ejemplo de Alemania que ha anunciado un plan para dar de baja la energía nuclear para el 2022. Todo, según esta propuesta, al mismo costo final de la energía, proyectada por AGEERA, que, a pesar del asesoramiento Verde, incluye a la energía nuclear.www.ageera.com.ar
La energía nuclear después de Fukushima
El terrible sismo y consecuente tsunami que asolaron a Japón fueron aprovechados por ecologistas y otros grupos de interés, para ejercer, por desconocimiento o intención velada, una gran presión mediática acerca de los supuestos peligros que entraña la energía nuclear, con la pretensión de sembrar el pánico en la población mundial. Sin embargo, y a pesar de ello, países de distintas regiones del mundo, mantienen la expansión de sus programas nucleares. Así es como según la IAEA, la Agencia Internacional de Energía Atómica, señala en su página web http://www.iaea.org que la capacidad instalada de energía nuclear que era de 369 GW en el año 2011, se estima que, para el año 2030, alcanzaría un valor mínimo de 456GW y un máximo de 740 GW. Se observa una disparidad en los crecimientos estimados, según las regiones. Se destaca en primer lugar , que la estimación de la región asiática, ofrece las mayores tasas de crecimiento anual, hasta el 2030: 11% la pesimista y 14,2% la optimista (obviamente se debe a la influencia de China e India). La estimación de la región Latinoamericana, ofrece tasas de crecimiento anual, hasta el año 2030, de, versión pesimista 3,3% y 7,3% la optimista. La región de Europa del Este, por su parte, anuncia tasas de crecimiento anual hasta el año 2030, de 3,3% pesimista y 5% optimista. Se distingue de todas las regiones del mundo, la región de Europa Occidental, en donde la versión pesimista es de un decrecimiento de -1,9 y la optimista de un crecimiento de 1,1%, ambas como tasas anuales hasta el año 2030 (esto obviamente por la influencia de Alemania que merece comentarse en forma particular)
El gobierno de Alemania decide abandonar la energía nuclear
Primero decidió cerrar los reactores más viejos en forma inmediata y luego proyecta desechar la energía nuclear totalmente como opción energética, esto implica cerrar los 17 reactores nucleares para el 2022. Esta decisión política de Angela Merkel (apremiada por su alianza electoral con el influyente partido Verde), mereció la crítica del ex Canciller HelmuthKohl: “el uso de la energía nuclear en Alemania, no se hizo más peligrosa por lo ocurrido en Japón. Si el país cuyas plantas de energía nuclear están entre las más seguras del mundo, y sus ingenieros son admirados y respetados en todo el mundo, toma una decisión atolondrada, como salir de la energía nuclear, haría al mundo un lugar menos seguro”.
El fuerte sector industrial alemán expresó también su malestar ante la decisión: esto implicaría un incremento de los costos promedio de generación de energía eléctrica, reduciendo la competitividad de la industria alemana, de las primeras en el mundo. Incluso llegaron a sugerir que ante posibles aumentos de los precios de las tarifas eléctricas, derivados de abandonar la energía nuclear, las plantas alemanas estarían estudiando la posibilidad de relocalizar sus instalaciones en otros países de menores costos energéticos. La premier Angela Merkel, no podía permitir eso. La “solución” adoptada fue la de subsidiar los costos energéticos de las plantas industriales alemanas y orientar los mayores costos al incremento de las tarifas de los usuarios domiciliarios alemanes. Esto es aceptado por el público alemán debido al infundado miedo a la energía nuclear instalado en gran parte de la población europea, la influencia del Partido Verde hizo el resto.
El imperio del miedo
El miedo a la energía nuclear en Europa es una consecuencia directa de la “guerra fría”, cuando ambas superpotencias los EEUU y la URSS, en las décadas del 60 y 70 competían en el aumento incesante de sus arsenales nucleares, y nuevas potencias nucleares como Francia y China se sumaban a la carrera armamentística atómica.
El miedo a un conflicto nuclear era bien fundado: existía la posibilidad de un conflicto armado, una guerra utilizando armas atómicas sería una catástrofe. Nació en aquellas épocas en Europa, cuyo territorio había sido el campo de batalla de las dos grandes guerras interimperialistas del siglo XX, un movimiento social opositor al uso de las armas atómicas: Campaña por el Desarme Nuclear (CDN). Del matrimonio con el ecologismo nace el rechazo actual a la energía nuclear. El evento de Chernóbyl debe contemplarse desde ésta óptica. El hecho, ocurrido en plena “guerra fría”, fue exagerado en gran forma por la prensa occidental (la BBC de Londres informó 30.000 muertos), que de esa manera contribuía a la lucha con el bloque soviético. El resultado fue una distorsión extrema de los hechos reales, lo que fue aprovechado por el movimiento CDN y por los grupos ecologistas. Hay quienes aún hoy se aferran a esas distorsiones de la información convertidas en mito lo repiten (y escriben) como el caso de Sergio Federovisky: “se escapó a la atmósfera y causó unos quince mil muertos y decenas de miles de afectados por diferentes malformaciones y tumores que siguen apareciendo como hongos”. (3) La realidad de Chernóbylfue mucho menos espectacular. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de sus médicos y radiólogos, encontró 31 muertos en los primeros días del accidente, 45 muertos 14 años después y 75 muertos 19 años después. “Se trataba de trabajadores de la central, bomberos y otros que valientemente lucharon contra el fuego en el reactor, lograron extinguirlo y realizaron luego su posterior limpieza” según lo relata el biólogo Dr. James Lovelock. (4) Ya no hay “guerra fría” y la oposición hoy de los ecologistas, no es a las armas nucleares sino al uso pacífico de la energía nuclear.
Pruebas con bombas atómicas
A partir de 1962, las potencias nucleares hicieron pruebas con bombas de hidrógeno (energía de fusión) 20.000 más potentes que las lanzadas en Hiroshima y Nagasaki. En el atolón de Mururoa, en la Polinesia francesa, se realizaron entre 1966 y 1974, 41 detonaciones nucleares atmosféricas, y desde entonces hasta 1995, 137 explosiones nucleares submarinas. A pedido del gobierno francés la Agencia Internacional para la Energía Atómica (IAEA), estudió la situación radiológica del atolón durante dos años, intervinieron en el mismo 55 expertos de 21 países y el material recogido en el lugar fue analizado en 18 laboratorios de 12 países. Las conclusiones publicadas en 1998, señalan que ninguna acción de remediación del suelo es necesaria ahora o en el futuro y que no se necesitan más mediciones con el propósito de protección radiológica.
Podemos observar que, después de un bombardeo sistemático con artefactos nucleares de fisión y de fusión, durante 30 años, y luego de transcurridos 15 apenas desde la última explosión, no quedaban rastros de la radiación en las playas y en las aguas del atolón. Es notable la observación que hace James Lovelock al respecto: “Estas gigantescas explosiones tuvieron consecuencias interesantes. Liberaron tanta radiactividad en la atmósfera como hubieran generado dos desastres como el de Chernóbyl cada semana, durante todo un año. Los vientos de la estratósfera esparcieron restos radioactivos por todo el mundo y todos nosotros respiramos o tragamos, productos de la fusión como el cesio 137, el estroncio 90 y plutonio, que no había detonado. En poco tiempo se pudo comprobar que había isótopos de estroncio en los huesos de prácticamente todo el mundo. Sea cual fuera el daño que esas pruebas y sus residuos causaron a los humanos, no hay ningún indicio ni ninguna teoría que sugiera que contuvo el progresivo aumento de nuestra esperanza de vida. Hoy vivimos más tiempo que nunca. De hecho, los gobiernos europeos están preocupados por cómo pagarán la pensión a su ciudadanía anciana. Aquellas explosiones que produjeron tanta radiación como la que hubiera generado una guerra nuclear de intensidad media, no supusieron una gran amenaza para la Tierra ni para la salud o el bienestar de sus habitantes. Los activistas antinucleares tomaron el dato de que el “veneno” había alcanzado todos los rincones del mundo y agitaron el pánico. Estos activistas ignoraron la famosa máxima de Paracelso: “El veneno es la dosis”, además del hecho de que nosotros mismos somos de forma natural mucho más radioactivos que la dosis que se supone que absorbimos a causa de las pruebas”. (4) ¿A qué se refiere Lovelock, cuando dice que “somos de forma natural mucho más radioactivos que la dosis absorbida por las pruebas nucleares”?
Radiación que viene del cosmos
Los rayos cósmicos provenientes de todas partes del universo, bombardean continuamente nuestro planeta, día y noche. Básicamente son iones de todos los elementos de la tabla periódica. El 89% está formado por iones de hidrógeno (protones), 10% núcleos de helio (partículas alfa) y el 1% restante por elementos más pesados. Dentro de éstos los más abundantes son los iones de carbono, oxígeno, hierro, magnesio y silicio. Llegan con energías tan altas que son proyectiles capaces de hacer gran daño a las moléculas de la vida. Sin embargo convivimos diariamente con ese bombardeo, sin advertir su presencia y a nadie se le ocurriría intentar atemorizarnos “con los terribles efectos de ésta radiación”. Los pasajeros de un avión de línea volando a 10.000 metros de altura, reciben por hora, una radiación del mismo orden que la registrada en las zonas aledañas a la planta nuclear de Fukushima, durante los días posteriores al accidente. (5)
Radiación que viene de nuestro interior
En la atmósfera el gas más abundante es el nitrógeno, un 79%. Los rayos cósmicos al ingresar en la atmósfera, transfieren gran parte de su energía por medio de sus impactos con las moléculas del aire, y convierten a parte de los átomos de nitrógeno en átomos de carbono 14. El carbono natural más abundante en la naturaleza es el carbono 12 y el carbono 14 es un isótopo radioactivo, el cual se oxida en la atmósfera y se convierte en CO2, dióxido de carbono. Este gas, como es sabido, es absorbido por los vegetales a través de la fotosíntesis y lo convierten en azúcares, su alimento. A partir de allí se distribuye por todo el mundo biológico, incluidos nosotros. En nuestro cuerpo tenemos una proporción de átomos de carbono radioactivo emitiendo partículas beta. Pero eso no es todo. Además, en nuestras vísceras somos portadores de muchos elementos radioactivos: plomo, torio, potasio, etc. Todos en pequeñas proporciones. Un hombre de 70 Kg tiene en su cuerpo, por ejemplo, unos 140 gramos de potasio. Elemento imprescindible para la vida, que se acumula en las células. En la naturaleza, el 0,0118%del potasio es un isótopo radioactivo que bombardea constantemente nuestras células con partículas beta. (5)
La radiación natural
La radioactividad es parte de nuestro mundo y nos acompaña desde los orígenes de la vida en la tierra. Materiales radioactivos naturales están presentes en la corteza terrestre, y no solamente en zonas obvias como en las sierras de las provincias de Córdoba y de San Luis donde hay minerales de uranio natural, sino aquí mismo en la provincia de Buenos Aires, y en provincias de llanura, donde la presencia de potasio y torio aseguran la presencia de radioactividad. Por supuesto es mayor en Córdoba y San Luis porque el uranio natural es más radioactivo (las denuncias de ecologistas contra la minería de uranio natural no tienen fundamento científico). Materiales radioactivos naturales están presentes en las paredes pisos y techos de nuestras viviendas, en las escuelas, oficinas y en los alimentos y bebidas. En definitiva el hombre siempre ha estado expuesto a la radiación natural surgida de la tierra y del espacio exterior (lo que lo convierte en radioactivo). Comparemos ésta radioactividad natural, contra la cual estamos “vacunados”, con la radioactividad que emiten las centrales nucleares en operación y cómo podría afectar nuestra salud.
Estudios de los efectos de la radiación en la población vecina a las plantas nucleares
El Comité Científico sobre Efectos de la Radiación Nuclear de las Naciones Unidas, (UNSCEAR) en su informe del 2012, señala que no se encontró ningún efecto de salud observable derivado del accidente nuclear del año 2011, en el público, los trabajadores o los niños en el área de la planta de Fukushima, ateniéndose a los estudios ya publicados de la Organización Mundial de la Salud y la Universidad de Tokio.
Acaba de ser publicado un minucioso estudio realizado por la Comisión Canadiense de Seguridad Nuclear (CNSC), sobre las poblaciones que viven cerca de las tres centrales nucleares de Ontario. El estudio RADICON “Radiación e incidencia de Cáncer Alrededor de las Plantas Nucleares de Ontario desde 1990 a 2008”, ha demostrado que no hay evidencias de clústeres de leucemia infantil, ni aumento de linfomas no-Hodgkins, como tampoco ningún aumento en ningún otro cáncer, en cualquier grupo de edad, en comunidades dentro del radio de 25 Km de las plantas nucleares.
Dado que las dosis públicas de radiación que resultan de la operación de las plantas nucleares (0,001-0,050 mSv/año) son de 100 a 10.000 veces más pequeñas que la radiación natural de fondo (2-10 mSV/año), estos resultados no son sorprendentes.
Estos resultados son similares a otros estudios serios y confiables hechos para cualquier otra central nuclear en todo el mundo. Entre éstos se destaca el Informe COMARE de Gran Bretaña. El Committeeon Medical Aspects of Radiation in theEnvironment (COMARE), realizado por la Agencia de Protección de la Salud de Gran Bretaña. Comprende informes sobre plantas nucleares de Gran Bretaña, Francia, Alemania y Suiza. En el siguiente cuadro se exponen, según cada país, las dosis de radiación, a que el público está expuesto, según tres fuentes: natural, exposiciones médicas y emisiones de las plantas nucleares. El cuadro está transcripto del Informe COMARE, es la tabla 8.4 de la página 90.
Como podemos apreciar, la radiación natural a la que estamos expuestos diariamente, es mucho mayor que las emisiones controladas de las plantas nucleares en operación y los terrores que se difunden no tienen fundamento cierto.
Denuncia ecológica sin fundamento
Una noticia importante es el cierre definitivo de la causa ante el Juzgado Federal de Lomas de Zamora, donde se investigaba el posible impacto producido en el medio ambiente por las actividades del Centro Atómico Ezeiza, que supuestamente habría afectado las napas freáticas de la zona adyacente y contaminado las aguas para el consumo humano. Peritajes de organismos nacionales e internacionales, dieron cuenta de que las muestras de agua analizadas no representaban riesgos radiológicos. Los valores encontrados estaban por debajo de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Se determinó que no existía contaminación antropogénica con elementos radioactivos en el suelo superficial, subsuelo, ni en las aguas superficiales ni subterráneas, utilizadas para consumo humano. En consecuencia con fecha 4 de marzo de 2013 el juez federal dictó sentencia definitiva por inexistencia del delito, poniendo fin al proceso y archivando la causa. www.cnea.gov.ar
FUNAM sigue engañando a la población
El biólogo Raúl Montenegro sigue con su cruzada antinuclear. Pero lo hace con información errónea, como siempre. Uno de sus caballitos de batalla es que la radiación es riesgosa, que no existe umbral, cualquier valor de radiación ionizante por pequeño que sea, es de riesgo y puede producir cáncer. El cuadro que mostramos más arriba, del informe COMARE lo desmiente, pero ahora hay otro informe todavía más lapidario para sus denuncias.
El UNSCEAR informa que todas las evidencias que emergen de miles de estudios indican que la Teoría Lineal sin Umbral (LNT, por linear no threshold) debe ser abandonada (de esto se aferraba Montenegro) y se debe reconocer la existencia de un efecto “hormético” de las radiaciones de bajos niveles como los de la radiación natural de fondo. Hormesis es el mecanismo que usan las vacunas para potenciar al sistema inmunológico mediante la exposición a pequeñas dosis de alguna sustancia tóxica o venenosa. Las dosis de bajas radiaciones tienen el potencial de reforzar al sistema inmunológico, lo mismo que las vacunas. Se puede profundizar éstos temas leyendo el lapidario informe de Eduardo Ferreyra Presidente de la Fundación Argentina de Ecología Científica (FAEC) donde denuncia a R. Montenegro como farsante (6)
La danza de los subsidios, energía renovable y carbón en Alemania
No es sorprendente, el hecho de que los medios internacionales escamoteen información, cuando de generación de energía eléctrica se trate. Los intereses en juego son muy grandes, los conflictos enfrentan a grandes corporaciones industriales, grandes proveedores de combustibles fósiles como el petróleo, el gas, pero no hay que olvidarse del carbón, especialmente en Alemania. Los fabricantes de energía eólica reciben beneficios fiscales para su producción y los generadores que los adquieren y proveen energía eléctrica a la red alemana, reciben a su vez subsidios para obtener una renta razonable. Dado que Villalonga utiliza el ejemplo de Alemania como modelo a adoptar analizaremos con más profundidad el sistema germano.
Informemos primero que Alemania inauguró a mediados de agosto de 2012, una planta de generación termoeléctrica de 2.200 MW alimentada con carbón en las cercanías de la ciudad de Colonia. ¡Eso no es nada, tiene proyectadas 23 nuevas plantas generadoras de electricidad a base de carbón! ¿No es contradictorio que el ministro de Ambiente de Alemania Peter Altamaier que ha abrazado el camino de las energías renovables desde hace 20 años, acepte que inviertan en centrales térmicas, emisoras de dióxido de carbono?
Costos e ineficiencias ocultas de las energías eólica y solar
Analizaremos con mayor detalle la energía eólica que es la recomendada por Villalonga, pero podemos, de pasada dar algunos datos respecto de la solar fotovoltaica. El sistema de subsidios a la energía renovable en Alemania estipula, por ley, que en el momento en que un generador de energía eólica o energía fotovoltaica tiene oferta para ser provista a la red nacional, la misma debe ser aceptada inmediatamente y desconectar una potencia equivalente provista por una central generadora alimentada con combustibles fósiles. El objeto de esas inversiones tiene ese propósito.Supuestamente reemplazar energía fósil por energía renovable. En nuestro caso Villalonga propone en la Argentina, reemplazar la energía nuclear por energía eólica.
Dada la intrínseca ineficiencia de la generación eólica y fotovoltaica, el gobierno alemán subsidia a las tarifas que perciben los generadores de dichas energías, a los efectos de que las empresas privadas tengan interés en dicha actividad. Si no fuera por los subsidios a nadie se le ocurriría, en el sistema capitalista, producir energía eléctrica de esa manera.
Precios de tarifa eléctrica en Alemania en el año 2012 (7)
Expresados en centavos de Euro/Kwh
Precio Nominal Tarifa Eólica Tarifa Fotovoltaica
5,96 8,93 32,77
Estos subsidios distorsionan los costos de generación eléctrica en Alemania, cosa que se va incrementando desde hace 20 años en la medida en que se sigue incorporando energías renovables a la grilla eléctrica, situación que se agravaría con la salida de la energía nuclear, de menores costos de generación.
Programas de energía eólica causan mayor consumo de energías fósiles
El problema con la energía eólica es que debido a la natural intermitencia del viento, cuyo perfil de velocidades puede ser inferior a la de diseño, en cuyo caso las aspas no giran y no genera energía, o superior a la misma y se detienen automáticamente para que el fuerte viento no dañe los equipos. Esto hizo que cuando se proyectó la instalación de éstos aparatos se consideró en Alemania un factor de utilización de 30%. Esto significa que el 30% del tiempo estaría generando energía y ahorrando combustible fósil. Pero también significa que el 70% del tiempo restante, centrales de energía térmica deberán proveer una potencia equivalente para que no se produzcan apagones en el sistema.
Luego de incrementos importantes en la capacidad instalada, que era de 6 GW en el año 2000, llegando a superar los 23 GW actuales, Alemania tiene una experiencia importante y las conclusiones que podemos sacar de la misma son muy aleccionadoras.
Alemania ha encontrado que, en promedio el 30% que se había tomado como factor de utilización de diseño, resultó en la realidad de sólo 17,5%. Podemos contrastar esto con los factores de utilización de las centrales térmicas, a carbón, gas natural, o hidroeléctricas cuyos factores de utilización varían entre el 85 y 90%, ni qué decir de las centrales nucleares con un 95% de factor de utilización.
Que el factor real de utilización sea de 17,5% significa que de las 23 GW de capacidad instalada que tiene Alemania, sólo obtiene en la realidad 4 GW. La diferencia deben cubrirla centrales térmicas de apoyo. Pero no es tarea fácil. Debido a la gran variabilidad de la energía entregada por los generadores eólicos, pueden haber oscilaciones diarias de entrega energética que, según la experiencia alemana, van del 0,2% del total entregado a la red, hasta el 38%. Esto es controlado por computadoras que deben decidir todo el tiempo, poner y sacar de servicio centrales térmicas con las potencias requeridas a los efectos de cubrir las necesidades originadas en esta gran variabilidad en los molinos operando en todo el territorio alemán. Este trabajo de parar y arrancar, a que son sometidas las centrales térmicas de apoyo, tiene su costo. Este costo es el de una disminución de su eficiencia, un mayor consumo de combustible en los momentos en que las centrales de apoyo deben ponerse en marcha para conectarse a la red y relevar a los molinos de viento que salgan momentáneamente de servicio. También hay un costo de mantenimiento de todas estas centrales de apoyo, en las cuales se originan naturales mayores desgastes debido al continuo régimen de parar y arrancar, también hay mayores inversiones en la red de alta tensión. (7)
En el vecino país de Holanda, hay planes para seguir el ejemplo del modelo energético alemán, aparentemente verde y eficiente. Pero no todos los holandeses piensan lo mismo. K. de Groot & C. le Pair hicieron un estudio, basado en información del sistema energético alemán y llegaron a la conclusión que debido a las ineficiencias señaladas en el párrafo anterior, el parque eólico alemán no solo entrega un mero 17,5% de la capacidad instalada, sino que además termina consumiendo más combustible fósil que si no se hubiera instalado el parque eólico.(“The hidden fuel costs of wind generated electricity”, kenjdegoot@mac.com / clepair@casema.nl)
La necesidad de generadores de apoyo explica la opción de Alemania de instalar plantas térmicas a base de carbón: por cada GW de energía eólica que opera, debe estar en stand-by un GW de origen térmico de respaldo. Por lo tanto, su plan de seguir incorporando generadores eólicos, necesariamente implica la instalación de plantas térmicas de potencia equivalente, como respaldo.
Esta irracional duplicación de la capacidad instalada, que significa una inversión desproporcionada, implica además ampliar el monto absoluto de los subsidios a los nuevos generadores eólicos que se vayan incorporando. Esto genera tensiones dentro del gobierno alemán, que no son todos Verdes, quienes observan con preocupación la creciente ineficiencia del sector energético, que se agravaría, si la decisión de cerrar las plantas nucleares se llevara a cabo. Esto afectaría, como ya hemos explicado más arriba, los costos de la eficiente industria alemana de exportación, de las mejores del mundo. (7)
Alemania tiene, por ahora, una situación privilegiada en Europa, cuya explotación financiera de los países del sur de Europa, le permite tener un excedente como para darse el lujo de invertir en éstos ineficientes programas “verdes”. Pero la realidad se abre paso, Alemania no puede poner en riesgo, la competitividad de su industria proveedora de grandes equipos de alta tecnología a China en expansión. No está dada la última palabra, acerca de la desactivación del plan nuclear alemán, falta mucho para el 2022, pero eso es problema de los alemanes.
¿Conspiración del lobby petrolero?
Acá en nuestro país algunos partidarios de la conveniencia de la energía eólica, creen que la baja, casi insignificante participación de las energías eólicas y solar en la generación energética mundial, del orden del 1 al 2%, se debe a las habilidades e influencia del lobby de la industria petrolera. Así lo manifiesta Sergio Federovisky en su libro “Los mitos del medio Ambiente”. El hecho de que Alemania, la primera potencia industrial de Europa, pueda solamente obtener un 6% de energía entregada a la red, cuando tiene en la misma instalada una capacidad de 34%, nos demuestra que no es una conspiración de los petroleros sino, en todo caso, una “conspiración de las leyes de la física”.
Energía eólica en la Argentina
No es conveniente en éste tema, y en ningún otro, consultar a Villalonga, hay que hacerlo con los que saben del tema. ¿Qué opinan los que saben del tema en la Argentina? La Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE) señala que en “la Patagonia argentina, la constancia, dirección y velocidad del viento registran factores de capacidad superiores al 35%, ese potencial supera por mucho al que reportan referentes eólicos como Dinamarca o España”.En efecto, tanto Dinamarca como España, reproducen en menor escala la situación alemana. Entonces acá en nuestro país el factor de capacidad sería mayor a 35%, seamos optimistas pensemos en 40% y siguiendo con el optimismo pensemos que acá no va a ocurrir lo que ocurrió en Alemania donde un factor de proyecto de 30% terminó en la realidad, en experiencia de 20 años siendo de 17,5%. Es decir pensemos que el factor será de 40%. ¿Qué hacemos el 60% del tiempo restante? Lo mismo que en Alemania, en Dinamarca y en España, instalar centrales térmicas de respaldo.Esto es precisamente lo que opinan otros de los que saben del tema: AGEERA. La Asociación de Generadores de Energía Eléctrica de la República Argentina señala que“a medida que los ingresos de energía eólica dejen de ser marginales, será necesario energía térmica de back up”.(8)
El debate sobre la energía nuclear no es científica sino política
Podemos coincidir con una frase de Villalonga en el artículo de Clarín, donde advierte que “el conflicto puede ser político”. Hasta ahí estamos de acuerdo. La cuestión es qué posición se adopta en el conflicto, del lado de los países semicoloniales como el nuestro que intentan llevar a cabo programas de desarrollo de la energía nuclear, o a favor de la posición de los países imperialistas que tratan de impedirlo. Villalonga está claramente en ésta última posición. Es reveladora su frase “para los argentinos, muchas veces el desarrollo de la energía nuclear es parte de los valores nacionales, de la Patria”. Se refiere a “los argentinos” como si él no lo fuera. ¿Será argentino Villalonga?
Ignorar el exitoso desarrollo nuclear de más de 60 años llevado a cabo por la CNEA, llegando al dominio del ciclo de combustible, desarrollando, tan temprano como en 1983, la tecnología de enriquecimiento de uranio con tecnología propia, compartiendo dicha posición en aquel entonces con los EEUU la URSS, Francia, Gran Bretaña y China.
Ignorar que a 16 años de su fundación en 1950, adquirió teóricamente la capacidad técnica como para encarar la fabricación de bombas atómicas como las detonadas en Hiroshima y Nagasaki por los EEUU, sin embargo, nunca, los gobiernos argentinos, tanto civiles como militares, siquiera tomaron en consideración la decisión política de hacerlo.
Ignorar que siempre su desarrollo se condujo por el camino de las aplicaciones pacíficas, como la generación nucleoeléctrica, diseño y construcción de reactores de investigación, aplicaciones medicinales, etc.
Ignorar que en 1984, desarrolló un reactor nuclear de características novedosas, el CAREM, la Central Argentina de Elementos Modulares, reactor de cuarta generación, que utiliza uranio enriquecido como combustible y agua liviana como moderador, y sus sistemas de seguridad son absolutamente confiables, al depender de principios físicos y no de circuitos lógicos o de la intervención humana. El gobierno ha decidido instalar uno de éstos prototipos en la provincia de Formosa donde Funam, con Montenegro a la cabeza, ya estuvo alarmando a la población acerca de los supuestos peligros, llegando la histeria a la hermana República del Paraguay quien manifestó su inquietud ante el gobierno argentino por el proyecto.
Ignorar que INVAP está considerada entre los 10 mejores proveedores de reactores nucleares para fines medicinales y de investigación del mundo.
Ignorar que Argentina está entre los 10 países del mundo exportadores de radioisótopos para fines medicinales, siendo el primero de Latinoamérica.
Ignorar que todo éste desarrollo llena de justificado orgullo los pechos de los argentinos que luchan por una Patria libre de ataduras coloniales, es propio de alguien que no es argentino.
Celebramos la decisión política del gobierno argentino de seguir apostando al desarrollo nuclear, que es la energía del futuro. Las energías eólica y solar, podrán complementar en algunas aplicaciones particulares, pero nunca podrán reemplazar a las fósiles.
Los reactores nucleares actuales de fisión serán reemplazados en el futuro por los de fusión, que consiste en unir partículas de hidrógeno hasta que se convierten en helio, a temperaturas de 150 millones de grados Celsius. Esto está siendo desarrollado en Francia, es un proyecto internacional. La construcción del Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER) podría estar generando energía comercialmente para el año 2040. Será un momento histórico: la generación de energía limpia, dado que el residuo es el inocuo gas de helio; prácticamente infinita, dado que el combustible son los isótopos del hidrógeno, el elemento más abundante en la naturaleza; y muy segura, ya que no podrán ocurrir accidentes como los de Chernóbyl y Fukushima.www.iter.org
El proyecto ITER está formado y dirigido por la colaboración de los siguientes países: la Unión Europea, los Estados Unidos, China, Rusia, Japón, Korea del Sur y la India.
Podemos observar que cuando se llegue al año 2040 estos países tendrán el monopolio de ésta energía, y dentro del régimen capitalista sabemos lo que esto significaría. Es por ello sumamente importante para la Argentina, dominar la tecnología y la ciencia nuclear para estar en condiciones de poder intervenir en este siguiente paso del desarrollo nuclear y energético en una posición no subordinada.
La humanidad ha avanzado siempre desde el control del fuego, manipulando en su progreso, un incrementado control sobre materiales peligrosos y fuerzas hostiles, en su beneficio. Si el hombre primitivo hubiera tenido el mismo irracional miedo al fuego, que se pretende que tengamos a la energía nuclear y al progreso científico e industrial, todavía estaríamos en la edad de piedra.
Guillermo Hamlin, Buenos Aires, 23 de julio de 2013
Notas:
Roberto Ferrero, Ecología e imperialismo, Ediciones del Mar Dulce, pag. 40↑
Marcelo Canton, Un debate urticante: chau a la energía atómica, Edición de Clarín del sábado 6 de julio de 2013, pag.22↑
Sergio Federovisky, Los mitos del medio ambiente, Capital Intelectual, pag. 141↑
James Lovelock, La venganza de la Tierra, Planeta, pag.143↑
Mario R, Féliz, “Amenaza nuclear: fisión y ficción”. http://www.mitosyfraudes.org/Nuke/feliz_amenaza_nuclear.html↑
http://www.mitosyfraudes.org/Nuke/funam_desinforma_engana_poblacion_incauta.html↑
http://www.instituteforenergyrsearch.org/germany/Germany_Study_-_FINAL.pdf↑
http://www.escenariosenergeticos.org/escenarios/ageera↑